La
superficie de remolacha sembrada en Castilla y León desciende año tras año. En
la campaña actual han tenido mucho que ver las incesantes lluvias, que han acumulado retrasos y han llevado a
muchos agricultores a renunciar porque no iban a llegar a tiempo. Pero la
desmotivación, el hecho de no ver la rentabilidad a este cultivo en otros
tiempos tan arraigado en la región, ha llevado a otros muchos a tirar la
toalla.
Un agricultor recoge remolacha en una campaña anterior. |
¿No
les da la sensación de que, según escuchen una emisora de radio u otra, o sintonicen una
cadena de televisión u otra, viven en países
diferentes, cuando todos hablan de la misma España? Pues a mí me ha pasado algo
parecido cuando me he puesto a buscar información sobre la campaña de la
remolacha. Todos -productores, sindicatos, representantes políticos y
compañías- coinciden en hablar de un descenso en la superficie sembrada. Pero
lo que para unos es un desplome en toda regla para otros es una “ligera caída”.
Hace
varias semanas cuando hablamos de la primavera atrasada, de esta primavera que
ya termina sin ni siquiera haber empezado, ya avanzamos que la campaña
remolachera tenía muy ‘mala pinta’. Entonces, a finales de abril, nos
encontramos con zonas de Castilla y León donde los agricultores todavía no
habían acabado de recoger la cosecha de la anterior. También, con otros
que habían renunciado a sembrar remolacha porque no iban a llegar a tiempo para
la actual campaña. Y en tercer lugar, con los ‘desmotivados’ que han abandonado
no por cuestiones meteorológicas, sino porque ya están cansados de echar horas
sin ver los frutos. Porque la remolacha ya no es lo que era.
Una de las compañías que monopolizan la producción de azúcar en el país asegura que
la campaña 2013-2014 se acercará mucho a los registros de la pasada, pese a los
retrasos en la siembra propiciados por las incesantes lluvias caídas en invierno y primavera. También apunta a que hay muchos agricultores “que están optando por
sembrar remolacha por la conveniencia de diversificar cultivos, por su
rentabilidad" y, sobre todo, que tienen en cuenta "la caída de precios del
maíz de la próxima cosecha que están señalando los principales indicadores de
los mercados agrícolas». Definitivamente, algunos viven en países diferentes.
Yo cada día me encuentro con el
país de los agricultores cansados, con el país del representante de COAG Zamora
que nos habla de productores que este año han decidido no apostar por este
cultivo dada la escasa rentabilidad que obtienen por la remolacha. Y vivo en el país en el que, no sé si las caídas son ligeras, como
dicen las industrias, o no. Pero desde luego si constantes año tras año… y no siempre
provocadas por la meteorología adversa. No en vano, la superficie de
remolacha se redujo en 2012 un 10% con más de 27.000 hectáreas
sembradas; en 2013, en más de un 16%, con 23.000... Y veremos que nos depara el 2014. A este paso acabamos
todos tomando sacarina.
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