viernes, 14 de octubre de 2011

Agricultor lunero no llena granero

La luna llena luce estos días en los campos de Castilla y León
Redonda, radiante y pudorosa, siempre ocultándonos una de sus caras, la luna llena de octubre se presenta en estos días en todo su esplendor. Desde tiempos inmemoriales, cantantes y trovadores hablan de ella como la más hermosa del año. También ha servido de guía meteorológica para los agricultores porque, según el refrán, “La luna de octubre siete lunas cubre, y si llueve, nueve”. Y aunque su magnetismo afecta a las mareas, a nuestro estado psíquico y mental, a los ciclos menstruales, a la gestación y al parto, y, en el caso que nos ocupa, a las labores agrarias, los meteorólogos ponen en duda que puedan achacarse a las fases lunares los cambios en el tiempo. 

      Una de las premisas a la hora de escribir este blog era que, en la medida de lo posible, se acompasase con los ritmos de las tareas agrícolas. Por eso hemos hablado de la vendimia en septiembre y la patata en octubre, cuando ambos frutos se recogen. Y por eso sería oportuno pararme ahora a analizar la idoneidad de las peonadas tras las recientes declaraciones de José Antonio Durán y Lleida, quien dijo que los jornaleros andaluces se pasan el día en el bar con el dinero del PER, o hablar de la reforma de la Política Agraria Común (PAC). Pero mientras me debatía entre la conveniencia de meterme en el siempre farragoso terreno de la política y ante la falta de tiempo para estudiar cómo Dios manda el nuevo marco europeo, se plantó ante de mis ojos una luna llena irresistible.

Un paisaje nevado en la provincia de León
      Me acordé de un refrán, “La luna de octubre siete lunas cubre”, que oí el año pasado y me llamó mucho la atención. Siempre según la creencia popular, la sentencia expresa que la meteorología de este mes marcará la de los siete siguientes, hasta bien entrada la primavera. Y empezó el lío porque no me ha quedado claro qué fase de la luna tiene que tomarse como referencia, pese a que he preguntado a muchas personas relacionadas de un modo u otro con el mundo agrario y he buscado información en libros e internet. Unos defienden que si nieva o llueve en la luna llena volverá a hacerlo coincidiendo con las lunas llenas de los siguientes siete meses; otros, que es la luna nueva; algunos, que seguirán cayendo precipitaciones siete semanas seguidas… Hay una cuarta versión, que implica una ligera modificación en la sentencia (“La nieve en octubre, siete lunas cubre”) y en su sentido: si nieva este mes, volverán a caer siete nevadas cada mes, hasta abril.
         Esta última versión de la sentencia popular me ha llegado desde León, donde dicen que hace dos años se cumplió. Puede ser una opción bastante probable que nieve a finales de octubre ya que, como dice otro refrán -bastante acertado- “En los Santos, la nieve por los altos”. Otra cosa será si se cumple la periodicidad mensual de las precipitaciones. A mí, con estos calores, un poco raros para el mes que estamos, la nieve me parece un espejismo lejano. Pero todo llegará, seguro. 


La poda debe hacerse en cuarto menguante
      Volviendo a lo que estábamos, a la luna, los científicos hablan de su influjo en las mareas, en la gestación de la mujer y en los partos, en el humor de las personas, en el estado de aquéllos que sufren desequilibrios psíquicos o mentales, en el comportamiento y biología de algunos animales e, incluso, en sus efectos sobre la atmósfera. Sobre ella ejerce la luna el efecto de la marea, con una doble oscilación diaria de la presión atmosférica. En este sentido, cerca de la costa son muy temidos los temporales con torrenciales lluvias, cuando coinciden con la pleamar y los ríos traen mucho caudal. La marea actúa de presa frente al desagüe del río y se desborda por sus orillas.
 
       Así nos lo recuerda Lorenzo García de Pedraza, meteorólogo recientemente fallecido que trabajó para el Ministerio de Agricultura, quien, como sus colegas, duda de la influencia de la luna sobre el tiempo. En el artículo ‘Verdades y fantasías sobre la luna’ explica a aquellos que atribuyen los cambios en la meteorología a las fases lunares, que “la única coincidencia pudiera ser que el paso de una familia de borrascas con nubes y temporal de lluvias dura de 5 a 7 días (sensiblemente la duración de una fase de luna).
Pero, por ejemplo, para una misma fase de luna, si cruzan borrascas próximas a Galicia, llueve allí con persistencia; mientras que por Levante y Baleares, con régimen anticiclónico, los cielos están despejados y no llueve”. Es decir, lo que en un punto de la península puede interpretarse como el resultado de un influjo, la explicación en otro lugar se cae por su propio peso.
      Si bien no hay que hacer demasiado caso a las previsiones meteorológicas basadas en los ciclos lunares, sí es recomendable no llevar la contraria al satélite en las labores y faenas del campo. Como explican desde antiguo los tratados de agricultura, deben hacerse en cuarto creciente todas aquellas que impliquen aumentar (la siembra o la plantación de árboles) y en menguante, las que impliquen quitar o menguar (arrancar, cortar, podar o recolectar).
La luna influye en la gestación de los corderos
      Por otro lado, la luna también condiciona la ganadería y la época de celo de muchos animales. Tradicionalmente, se cruzaban las ovejas durante el plenilunio cinco meses antes de la Navidad y la Pascua Florida para garantizar que los corderos nacieran en la época de mayor demanda.
       Y como hay refranes para todo, quizá más vale someterse a las fases y caprichos de la luna con tiento y cuidado si no queremos que el trabajo agrícola se vea entorpecido. Porque, recuerdo, “Agricultor lunero no llena granero”.
    

     


6 comentarios:

Marta Frechilla dijo...

Inauguro los comentarios. A ver si alguna persona arroja luz sobre el refrán de las siete lunas. Gracias

Anónimo dijo...

Marta, de nuevo me sorprendes con tu sabiduría, ya no sé si popular o enciclopédica.
Poca luz puedo aportar yo sobre el tema de la luna, puesto que ni siquiera había escuchado antes el refrán al que haces alusión. Lo que sí es cierto es que mi madre, por ejemplo, sí que cree en el influjo de la luna sobre el tiempo y creo que será difícil hacerla desistir de sus convicciones ( es tauro, ya se sabe...).
En cualquier caso, de nuevo te felicito por ilustrarnos en temas tan de cada día pero de los que al menos yo, me confieso bastante ignorante.
Ánimo con tu blog y ya estoy a la espera del siguiente post.
Bego

Anónimo dijo...

Chica, me acaba de sorprender tu último bolg-artículo, que más que esto (un blog-artículo) parece un "MINI-ENSAYO LITERARIO sobre la luna y el campo, sin menoscabo del resto de dichos y hechos".

Por otro lado, tu momento más lúcido ha sido con las primeras palabras del último párrafo en las que dices/insinúas que hay refranes para una cosa y para la contraria.

Er Jesu

Luis dijo...

En el Valle del Huerna y en el del Alto Aller (Asturias), los lugareños sí que mencionan ese refrán... en asturianu, claro está.

Algún año he hecho el seguimiento y se cumplió: nevó con la luna nueva de octubre, en noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, abril y mayo. Pero claro, nevó en lo alto de las montañas, por encima de los 2.300 m. de altitud.

También emplean el mismo refrán, adaptado, en El Roncal (Valles de Zuriza y Salazar), en el Pirineo Navarro.

¡¡MUY INTERESANTE EL TEMA, MARTA!!

¡¡ESPERAMOS LOS SIETE POST's MÁS...!!

Luis dijo...

... Se me olvidó incluir en el comentario anterior, en alusión a lo que escribió "Anónimo", que los montañeros que van al Himalaya, antes de "atacar" la cumbre... deben "ponerse de acuerdo con la Luna", para que les "conceda", "una ventana de buen tiempo".

Susana dijo...

Pues sigo sin saber la influencia, pero mi tío que durante muchos años fue veterinario decía que en cuarto creciente el número de animales parturientos era muy superior al resto de fases lunares.

En algunos pueblos existe el mito que se puede predecir el tiempo de todo el año sabiendo el que ha hecho en el mes de agosto (de hecho, muchos agricultores sacan sus libretas al campo anotando cualquier cambio meteorológico a lo largo del día).

Yo no se si existe o no base fundada, pero lo que se es que la sabiduría popular ha llegado a nuestros días porque durante siglos ha funcionado.

Sigue ilustrándonos.. la verdad es que estas curiosidades dan lugar a bonitas aportaciones.