viernes, 9 de diciembre de 2011

La oveja negra de las solanáceas

Parece ser que en todas las familias hay ovejas negras, y en la de las solanáceas (plantas herbáceas o leñosas con las hojas alternas, simples y sin estípulas pertenecientes al orden Solanales), también. Junto a la imprescindible patata, el sabroso tomate, la deliciosa berenjena, el saleroso pimiento y la bella y resistente petunia, nos encontramos a otras ‘elementas’ que lo mismo nos curan que nos matan: entre ellas, tabaco, beleño, belladona,  mandrágora y estramonio.
Plantas de estramonio en un campo de maíz el pasado verano.

 
Esta última se puso de moda el pasado verano. Más bien la intentaba poner de moda el individuo que –dicen- hizo una infusión con ella y se la dio a probar a dos jóvenes en una fiesta ‘rave’ en Getafe. Los médicos y expertos no se ponen de acuerdo en si sus efectos fueron lo suficientemente potentes como para matar por sí sola a los dos chicos, o fue la combinación con otras sustancias estupefacientes lo que acabó con su vida. Lo cierto es que el bombardeo de noticias que, ingenuamente, sólo trataba de informar y alertar a los padres, probablemente despertó la curiosidad de muchos jóvenes por probar una droga natural que, como nos sugirieron hasta la saciedad, era gratis y abundaba como la mala hierba. Y nunca mejor dicho, porque el estramonio es una plaga en muchas tierras de labor de nuestro país. Cuando la luctuosa noticia saltó a la luz y fue portada de los informativos de televisión, un día me despertó de mi letargo digestivo una voz de un agricultor que, en tono más elevado de lo normal, decía: “Pero, mira, si mis campos de maíz están llenos de esta planta”.

Para muchos campesinos, el Datura Stramonium es una plaga, porque crece entre sus cultivos como la mala hierba y, además, tiene un olor repelente y hediondo. Al intentarla arrancar, marea y atontona. De hecho, el ganado, por muy hambriento que esté, no la consume. Por algo, tradicionalmente, ha servido para matar ratones. No es su único uso: las brujas la han utilizado en sus sortilegios y prácticas, para producir alucinaciones y orgasmos al aplicarse en zonas genitales, cuello y axilas (que conste que no quiero dar ideas; sois mayorcitos). Pero cuidado donde se aplica y en qué cantidad, porque es irritante y produce reacciones alérgicas. Aunque su efecto más peligroso es, según aparece en Wikipedia, que los alcaloides que contiene producen un delirio alucinatorio incontrolable de numerosas horas, cuando no la muerte. 5 gramos de las semillas, la parte más tóxica de la planta, producen el envenenamiento. 30 semillas pueden constituir una dosis letal.

Además de nuestras meigas, los chamanes americanos la fumaban en combinación con el tabaco para entrar en trance. En la cultura Mapuche se la suministraban a los niños una vez en su vida: predecían su futuro conforme al comportamiento que tenían al estar bajo sus efectos. La datura arrastra una historia de intoxicaciones colectivas que, probablemente, arranca en 1616 en Jamestown (EE UU) cuando el capitán John Smith sirvió a sus soldados una ensalada que contenía unas horas de datura, no sé si con intención o no. En Valencia, en junio de 2004, un ciudadano danés ofreció a cinco jóvenes la planta bajo la forma de un ‘líquido de brujas’. Afortunadamente llegaron a tiempo al hospital.

Todas estas historias le han hecho ganarse una reputación y muchos nombres, a cual peor. Pero, curiosamente, la hierba del diablo también tiene aplicaciones medicinales: en exudado, se utiliza para curar el dolor de oído; hervida con malva, cura las hemorroides; en emplasto, los granos y heridas; también sirve para el dolor de cintura y espalda, dolores musculares, el asma y es un buen antinflamatorio. Lo mismo ocurre con la belladona, otra planta solanácea. Su un nombre traidor procede de la costumbre de las venecianas de aplicársela para agrandar las pupilas y que así pareciera que tenían los ojos muy brillantes. Es un veneno discreto y una planta de brujerías, pero también muy útil en las operaciones oftálmicas y en el tratamiento del parkinson. 

En fin, que el sentido común me dice que lo mejor es beneficiarse de sus efectos medicinales en pequeñas dosis y siempre siguiendo el consejo de un especialista en salud. Nunca tener la tentación de cogerla en el campo, tampoco de probarla y mucho menos sembrarla en la maceta. Porque, visto lo visto, puede ser un arma de doble filo.

3 comentarios:

Begoña dijo...

Marta, me ha parecido muy interesante tu post de hoy, y a la vez divertido. Veo que es una planta con múltiples utilidades, porque tal y como nos explicas, si la utilizas para curar las hemorroides, a la vez te va a proporcionar un orgasmo, sumamente interesante...

Anónimo dijo...

Con este comentario ya he finiquitado todo el trabajo atrasado y me he puesto al día.

Por cierto, ¿no deberías probarlo para saber de lo que hablas?

Aunque, ahora que lo pienso, esto debe ser lo que fuma MOU-riño antes de charlar con los periodistas.

Jesús

David dijo...

"letargo digestivo": grande. Un post bien chulo y didáctico. Besicos.