jueves, 16 de febrero de 2012

Consejos prácticos para el huerto en casa


Un huerto urbano en mesas especiales. Para iniciarte en la
horticultura, no hace falta que el tuyo sea tan sofisticado.

Aunque tu experiencia horticultora se reduzca a aquellas lentejas que sembrabas cuando ibas al colegio en un vaso de yogur o en un algodón, más con un afán científico que productor, no te desanimes. Con sol, calor, cuidados y paciencia, conseguirás tener un huerto en tu propio domicilio. Ya, ya sé que os hablé de huertos hace apenas tres semanas. Pero Carmen, una seguidora de elespantapájarosblogrural, echaba en falta más consejos prácticos a la hora de poner una plantación en casa. Para evitar que se malogren vuestras cosechas, como le ocurrió a ella, va este artículo.
      Carmen plantó tomates en la terraza hace dos años y le salieron “enanos, como del tamaño de una nuez”. “Creo que hicimos algo mal”, añade. Para evitar quedarnos con las ganas y, sobre todo, frustrados en una empresa en la que hemos puesto tanta ilusión, es importante contar con sol, un riego adecuado y abono para nuestras hortalizas. Voy a intentar esbozar unos consejos generales para evitar problemas y conseguir el éxito en nuestra empresa.
      Además ahora es un buen momento, ya que estamos en las fechas en que se siembran los semilleros. Mucha gente optará por comprar las plantas de las diferentes hortalizas para ir a tiro fijo. Pero también existe la posibilidad de sembrar nuestra propia semilla, siempre en un lugar cálido y cerrado. Obtendremos una pequeña planta que sembraremos bien entrada la primavera. Aunque cada producto tiene sus propias especificidades.

Tomate en rama.
      Empecemos por el tomate. Quizá es la planta en la que más notamos una diferencia de sabor. Nada tiene que ver comer los que compramos en la frutería o en el supermercado a probar los criados en una huerta de confianza. Cambia tanto, que nos parece otro fruto diferente. En los consejos que aparecen en los sobres de semillas dice que el semillero se puede plantar incluso en noviembre, pero quizá es más aconsejable hacerlo en febrero o marzo. El tomate tiene que tener ‘cama caliente’ para que nazca, es decir, una buena capa de abono y, por encima, la capa de tierra donde va plantada la semilla. Coloca los semilleros en un lugar caliente, cerca de una fuente de calor como es una calefacción, pero no encima porque es someterla a una temperatura demasiado elevada.
      Una vez germinados, el mes de referencia para plantarlo en el exterior es mayo, aunque si hace una buena temperatura y no hay riesgo de heladas, puedes plantarlo antes. En este sentido, ahí va un sabio consejo –éste no viene en el sobre, es de un experto-: “el que cría el fruto es el calor. No porque esté sembrado antes de tiempo va a salir antes o va a ser mejor”. Hay que tener cuidado con las heladas: si el calor es amigo del tomate, la helada puede ser mortal. Por tanto, paciencia. No hay que precipitarse. Si todo va bien, podrás comer tomates en julio.
      La lechuga es un alimento básico en nuestra mesa. Hay muchos tipos y cada uno tiene sus especificidades. Una de las variedades más resistentes y que se desarrolla con mayor facilidad es la llamada Oreja de Mulo o, también, Oreja de Burro. La mejor época para el semillero es febrero, se planta en marzo y a primeros de mayo tendremos lechuga fresca. El semillero de la Maravilla de Verano toca también en febrero. Es una variedad con un ciclo más largo, pero presenta la ventaja de que es muy resistente.
      La escarola también tiene sus incondicionales. El semillero se siembra a últimos de agosto y se planta en el huerto a finales de septiembre. A primeros de noviembre se puede comer. Es, por tanto, una hortaliza de invierno. Quizá porque necesitamos taparla para que coja ese tono blanco que le caracteriza y que le otorga su sabor típico. Si la siembras descubierta como la lechuga, no se pone blanca. Y si la tapas cuando hay buen tiempo, la sometes a demasiado calor y se asfixia.


Un semillero de pimientos. Debemos situarlo siempre
cerca de una fuente de calor, pero sin asfixiarlos.
       La zanahoria se siembra en marzo y en octubre. No se puede trasplantar. Así que se siembra directamente en el huerto; no hay semillero. Tarda bastante tiempo en germinar, unos tres meses. Un secreto para evitar que la de otoño se hiele, es tirarle alguna maleza encima, por ejemplo, unas cañas de maíz. Y con el mismo fin, evitar los daños de la helada, la de primavera hay que plantarla en marzo, nunca antes.
       Al igual que el tomate, hay que procurar que el calabacín y la berenjena tengan temperatura. El semillero del calabacín es un poco más tardío, a principios de marzo. Cuando la planta tenga cuatro o seis hojas se planta en la tierra. Si todo va bien, podremos comerlo a últimos de mayo. La berenjena tiene las mismas fechas que el tomate: febrero, semillero; mayo, plantación en el huerto; julio, recogida. Y el secreto, calor, mucho calor. También en febrero es el semillero del pimiento, que necesitará cama caliente.
      Uno de los frutos favoritos son las fresas. Entre otras cosas, porque como comentábamos en un anterior artículo (¿Fresas en octubre?) las plantas suelen dar más de una cosecha; no paran de dar fruto. En este caso, no sembramos semilla, sino directamente la planta en el mes de octubre. En mayo ya podremos recoger nuestras fresas.

El agua, el sol y el abono, combustible para nuestras plantas
La garantía de sol y el agua son fundamentales para nuestro huerto. De hecho, uno de los requisitos para tener un huerto urbano, dicen los expertos, es que esté bien orientado y contar con un depósito o una boca de riego cerca. Es mejor que no os hable de cantidades, porque dependerá de la localidad dónde viváis, de dónde esté el huerto y cómo está orientado y de la hortaliza en particular. La única máxima es que el terreno presente siempre humedad, sin llegar a estar encharcado.

Un puesto en la Feria del Pimiento de Benavente.

    El abono también es necesario. El mejor, el orgánico. No sólo porque así procuramos una producción ecológica, sino porque es mejor para la huerta. Para conseguirlo, poneros en contacto con algún pastor o ganadero que os lo pueda facilitar. Si no, tendréis que fertilizar con abono químico, que es aquel que contiene nitrógeno, potasio, fósforo y otros componentes para el crecimiento de las hortalizas.
       Hemos hablado de que la helada puede malograr nuestra cosecha. Sin embargo, también es positiva: un invierno frío, con presencia de hielo, favorece la desaparición de muchas plagas. Porque los insectos, los hongos y las hierbas también pueden acabar con nuestra producción o, al menos, diezmarla. Aunque muchos de vosotros procuraréis conseguir productos ecológicos, lo cierto es que muchos agricultores son partidarios de tratarlos con insecticidas, fungicidas y herbicidas. De hecho, algunos piensan que si no se aplican estos tratamientos, no conseguiremos nada. Entre otras cosas porque si no lo previenes, cuando el ‘bicho’ ya ha atacado a la cosecha, será demasiado tarde para actuar.
       Otro aspecto que hay que tener en cuenta son las distancias que debemos respetar a la hora de plantar. Varían dependiendo de las hortalizas, pero suelen rondar los 30, 40 o 50 centímetros entre hileras. Para no quedaros cortos, prestad atención a la información que aparece en los sobres de semillas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, Marta, acabo de plantar fresas en mi patio, para este verano, y pensaba plantar también tomates. Tus consejos me vienen fenomenal. Ya te contaré como ha ido. Clara

Anónimo dijo...

Muchas gracias por estos apuntes. Me encanta lo del huerto (prepararme una ensalada con los productos recién recogidos de la tierra, unas fresas directamente de la mata....) aunque de momento sólo pueda imaginarlo porque mi casa es la menos indicada para estos usos (bueno, tal vez podría asomar la cabeza por la velux y acondicionar el tejado....., festín para los pájaros). Pero tomo nota para el futuro y animo a los demás a que se pongan manos a la obra y luego me inviten a probar el resultado.
Camino.

Luis dijo...

Hola Marta y todos los seguidores/as del elespantapajarosblogrural,

Si está claro que una "cama caliente" es uno de los mejores isntrumentos para hecer feliz a las personas... gracias a que propician una buena producción de hortalizas y frutas.

¡Un post currado, currado!.

Muchas Gracias

Marta Frechilla dijo...

Claro, aprovechad vosotros que tenéis espacio!!

Marta Frechilla dijo...

Dado que hay mucha gente que se está animando a plantar su huerta en casa, os invito y os animo a contarnos dentro de un tiempo cómo os fue la cosecha, ¿vale? POdéis hacerlo en la sección de comentarios de este artículo

Marta Frechilla dijo...

O quizá en la página en facebook d El Espantapájaros Blog Rural

Susana dijo...

Ay qué pena que la mayoría no tengamos sitio para poder poner nuestras verduritas.

Buen artículo Marta.

Anónimo dijo...

Qué práctico, Marta!
Ahora ya no hay excusa, je, je, así que manos a la obra. De momento ya me he hecho un calendario con tus indicaciones.
Muchas gracias!!!
Carmen.